Con el propósito de estimular la creatividad de los interesados en hacer, en todo el mundo, un cine digital, audaz en forma y contenido, se instituyó el Premio Internacional El Pochote, convencidos de que además de industria, el cine es arte y como tal merece ser reconocido.

Los fundadores del Premio, el Maestro Francisco Toledo, los directivos de Galería Arvil, y el ganador del premio en el 2005, Jaime Humberto Hermosillo conformaron el comité de premiación y decidieron por mayoría de votos que el premio en esta ocasión es para la cineasta francesa Agnes Varda.

El cineclub del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca se instauró en 1993, momento a partir del cual se dedicó a programar funciones de forma gratuita. Las proyecciones se realizaron en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, en el Instituto de Artes Gráficas, en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo y posteriormente en el Pochote, espacio fundado en 1998 que reúne la sala de proyecciones y un jardín, gracias a la aportación del inmueble por parte del Maestro Francisco Toledo. Hasta la fecha, El Pochote sigue programando seis días a la semana y realiza actividades alternas, con lo que extiende su presencia en la ciudad y se abre como foro de expresión.

Paralelamente, El Pochote tiene bajo su custodia el acervo videográfico del Instituto de Artes Gráficas, el cual maneja en préstamo o donación a otras asociaciones con el objetivo de ampliar la divulgación del conocimiento y cultura cinematográfica y videográfica, apoyando la creación de cine clubes y videotecas. Además de la población inmediata y el público usual el cine club crea convenios con comunidades alejadas del centro de Oaxaca, a las que también se apoya con donaciones bibliográficas y asesoría para la creación de videotecas. Los convenios de cooperación se plantean de forma equitativa en trabajo por parte de las comunidades y de material por el Instituto de Artes Gráficas, de manera que las partes involucradas se comprometan por igual en la preservación del proyecto creado.

Con un acervo de más de 3,000 títulos, El Pochote cine club ofrece mes con mes muestras de cine, organizando ciclos dedicados a temas específicos. Sin embargo, su oferta es mucho más extensa, entre las actividades especiales que realiza se encuentran proyecciones callejeras, un espacio dedicado a la exhibición de trabajo de cineastas y videoastas de Oaxaca, un foro donde se invitan personas relacionadas al estudio y realización de cine, video y arte en general, impartiendo conferencias y mesas redondas. Presentaciones de realizadores locales, nacionales e internacionales. También se realizan ciclos especiales para organizaciones civiles e instituciones culturales, escuelas, centros educativos e instancias como la Penitenciaría de Ixcotel y el anexo psiquiátrico del penal de Zimatlán, así como actividades de otra índole: conferencias de interés social, cultural y de salud. Como espacio público el jardín mantiene el Tianguis de productos orgánicos y naturales, donde a su vez se hacen presentaciones de publicaciones (en video o impresas) relacionadas con esta materia.

El nombre de El Pochote proviene de los árboles que se levantan en ese lugar, característicos por su corteza repleta de espinas en forma de conos.

Actualmente se desarrolla un proyecto de proyecciones en barrios y colonias conurbadas, en un esquema itinerante de su acervo.

En El principio fue el Kammerspiel (“cine de cámara” en el sentido en que se dice “música de cámara”), inspiración del guionista Carl Mayer en los albores del cine Alemán; luego, el Neorrealismo Italiano. Ya en pleno auge de la Nueva Ola Francesa, también el cineasta Alexandre Astruc expresó su sueño de la caméra-stylo, en el sentido de que al igual que los pintores, escultores y escritores, un realizador pudiese usar el cine como instrumento para su expresión personal.

Recientemente, varios Dogmas (viejo y buen vino en nuevos odres) han continuado la tradición de búsqueda alternativa para distinguirse del cine comercial de elevados presupuestos.

Nunca antes fue tan fácil expresarse con los medios audiovisuales, al grado de poder hacerlo casi todo una sola persona, incluso en la intimidad de la propia casa, gracias a los avances tecnológicos: pequeñas cámaras de video, mini casetes y discos de video digital (dvd); programas de computadora para editar, musicalizar, hacer títulos y efectos ópticos.

Eliminada además la condena que sufría el video por la restricción del tamaño de las pantallas de televisión caseras, el cine digital proyectado en salas se convierte en el heredero de lo mejor de su padre, el cine, y de su abuelo, el teatro.

Con el propósito de estimular la creatividad de los interesados en hacer, en todo el mundo, un cine digital, audaz en forma y contenido, decidimos instituir el Premio Internacional El Pochote, convencidos de que además de industria, el cine es en ocasiones arte, y que como tal merece ser valorado.

A la vanguardia en nuestro país, con una constancia y tenacidad admirables, Jaime Humberto Hermosillo viene haciendo uso de los avances antes mencionados, conquistando una mayor libertad para expresar un mundo propio e intransferible, con polémicos y perturbadores resultados en sus propuestas temáticas y estilísticas, y es un ejemplo a seguir y a estimular. Es en consecuencia, el merecedor de la primera Medalla, la del 2005.

Maestro Francisco Toledo Cineclub EL POCHOTE Galería Arvil